Ya desde que el Ministro de Economía fuera Pedro Solbes, los socialistas vienen maquinado retomar un impuesto que ellos mismos se encargaron de eliminar como consecuencia de un compromiso electoral que habían adquirido.
Ahora con una nueva ministra en el ramo, deciden, no tanto crear, sino modificar el antiguo Impuesto sobre el Patrimonio. Para ello han establecido una cantidad a partir de la cual una persona en España se considera rica a efectos impositivos, 700.000 euros, será a partir de esta cifra la que determine cuando una persona debe o no realizar este impuesto. Este impuesto, con un posible nuevo gobierno a las puertas no debía ser una hipoteca para el mismo, por lo que se ha establecido la duración de un año, o lo que es lo mismo, el año que viene tendrá fecha de caducidad, dejando que el nuevo gobierno y de diferente color, decida si este impuesto sirve para algo o como no se pretende ver alimente la caja del estado que se encuentra falta de ingresos.
Los españoles al tener como característica principal el que uno de nuestros objetivos sea poseer una vivienda en propiedad, aquellas personas que se vean obligadas a realizar este impuesto, tendrán una exención sobre su vivienda habitual de 300.000 euros.
Hay un problema muy importante y es que este tributo se encuentra cedido a las Comunidades Autónomas, con lo que puede existir una posible guerra entre el Gobierno y las Comunidades Autónomas de distinto color durante el mes y medio que falta hasta las elecciones.
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